sábado, 25 de junio de 2011

WOODY ALLEN HABLA SOBRE CINE CLÁSICO


Siempre es un lujo oír hablar de cine a los grandes directores. Las personas que más conocen el cine son ellos, los que se enfrentan directamente a la aventura de realizar una película. Los que controlan todo. Ellos, y no los críticos corruptos de la prensa y de las revistuchas de cine que venden por ahí.

Woody Allen nos relata en el vídeo el amor que siente por el cine de los años cuarenta, el de la época dorada. Era un niño cuando asistía a las salas de cine a presenciar el milagro cinematográfico. Esa experiencia no se olvida nunca, se impregna en el alma humana para siempre, sobre todo en el alma cinéfila. Y más el cine de ese tiempo, un cine que nunca volverá, un cine único, irrepetible y canónico.

Los cineastas que cita como ejemplos característicos de tan maravillosa era son Billy Wilder o Ernst Lubitsch. Y pasa a explicar a continuación el concepto de cine clásico: "Un clásico sería las miles de películas que se hicieron en Hollywood en esos años de entre las cuales hubo unas pocas que eran películas superiores, realmente maravillosas, no muchas... sobre todo si las comparas con la calidad de las películas que se hacían. Y esas películas serían los clásicos". O, dicho en otras palabras, las películas de esa época eran tan buenas que tan sólo unas pocas ya suponían el summum, la obra maestra, el verdadero clásico.


¿Ejemplos? Woody Allen cita Perdición (Billy Wilder, 1944) y El halcón maltés (John Huston, 1941), a las que compara con la música clásica porque sobreviven más allá de la época en que fueron creadas. Por eso son verdaderos clásicos, porque son superiores al resto. No puedo estar más de acuerdo.

Allen continúa. Cita otras grandes películas como Rashomon (Akira Kurosawa, 1950), La regla del juego (Jean Renoir, 1939), La gran ilusión (Jean Renoir, 1937), y Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941), para acabar concluyendo que las películas que él hace no están a la altura de ninguna de ellas.


Los grandes cineastas se inspiran en los clásicos y en modelos anteriores. No puede ser de otra forma. Forma parte del proceso creativo, no se puede crear de la nada. Siempre existe un referente. Las influencias recibidas por Woody Allen son muy variopintas, van desde Bergman hasta Fellini, pasando por Chaplin y Keaton.

Nunca, o casi nunca, se supera al clásico. Es el referente, la Idea, el canon, lo atemporal. Es un paso imprescindible. Por muy original que parezca una obra, siempre parte de una influencia, aunque no sea conscientemente. Así, en Billy Wilder podemos apreciar el "toque Lubitsch";  Clint Eastwood siempre ha reconocido que sus maestros son Don Siegel y Sergio Leone; en Tarantino existen multitud de referencias al cine que adora; por su parte Polanski siempre admiró a Hitchcock y se nota en su estilo... y así podríamos repasar toda la historia del cine. Y los que superan al maestro, que los hay, son los genios. Pero eso es otra historia.

EDUARDO M. MUÑOZ

1 comentario:

Anónimo dijo...

;) Interesante, creativo. Anto